domingo, 25 de octubre de 2020

Guía de Ciencia Salud y Medio Ambiente. Fase 3. Semana 19. (del 26 al 30 de octubre)



Incidencia solar y el movimiento de traslación de la Tierra

                                                   Incidencia solar 



El Sol emite energía en forma de radiación. Después de pasar por la atmósfera, la radiación solar alcanza a la superficie oceánica y a la continental, que la reflejan y es absorbida por las nubes, las moléculas de gas (como el ozono y vapor de agua) y las partículas en suspensión. Así, la cantidad de radiación absorbida por la superficie es devuelta poco a poco al espacio exterior, con lo cual se transmite calor a la atmósfera.

El Sol es una fuente primaria de energía radiante y con ayuda de esta, las plantas tienen la capacidad de sintetizar todas las sustancias esenciales para su metabolismo a partir de sustancias inorgánicas; esto es lo logran mediante la fotosíntesis, que les permite transformar la energía radiante en energía química.

La energía que disponemos en el planeta es gracias al Sol. La evaporación del agua, la formación de las nubes, la lluvia, los colores que observamos en la naturaleza y las numerosas reacciones químicas son debido a la luz y el calor emanados del Sol. Estas reacciones contribuyeron al desarrollo de la vegetación y de los animales; algunos de estos seres vivos quedaron enterrados con el paso de los milenios y se convirtieron en combustibles fósiles, como el petróleo o el carbón. El Sol, a través de su radiación, contribuye indirectamente con la manifestación de energías renovables, tales como: el viento, las olas o la biomasa.

Desde sus orígenes, la humanidad contempló los cielos y observó que el Sol siempre salía por el oriente y se ocultaba por el poniente. Para muchos pueblos, el Sol llegó a tener un carácter divino y para nuestros antepasados mayas, no fue la excepción; ellos notaron que el Sol pasaba por el mismo punto dos veces al año, así que registraron los ciclos anuales del Sol y efectuaron un preciso calendario que les permitió calcular, con una increíble precisión, los solsticios y los equinoccios. Debido a sus observaciones, desarrollaron un calendario agrícola de 365 días, influenciados por el ciclo solar.

El Sol es la principal fuente de energía para nuestro planeta, pero todo esto es gracias a diversos factores que contribuyen a que la vida se desarrolle, porque estamos ubicados en una región óptima para la vida. La Tierra rota sobre su mismo eje, con una inclinación 23°27’ y se traslada alrededor del Sol, gracias a estos y otros movimientos nuestro mundo experimenta las estaciones de otoño, invierno, verano y primavera, a lo largo del año.

Movimiento de traslación de la Tierra

La Tierra describe una órbita elíptica alrededor del Sol, llamada movimiento de traslación, el cual es contrario a las manecillas del reloj y dura 1 año o 365 días, aproximadamente.

La Tierra tiene un eje rotación, el cual está inclinado 23°27’. Gracias a esta inclinación, el clima y la temperatura son diferentes en las regiones de nuestro planeta (al norte, al sur o hacia el ecuador); así, por ejemplo: si en uno de los hemisferios boreales es verano, en el otro es invierno y si en uno de estos es otoño, en el otro es primavera. Debido a la inclinación que tiene la Tierra, los rayos del Sol llegan diferentes a cada parte del planeta: las regiones ubicadas en el ecuador reciben los rayos solares de manera directa, que son las zonas más cálidas del planeta, y las regiones alejadas de este reciben la luz de forma diagonal, por esta razón son las zonas más frías.

Las zonas tropicales están ubicadas entre las líneas del ecuador terrestre y la latitud 23.5° norte y sur, conocidas como trópico de Cáncer y trópico de Capricornio, respectivamente. Estas son las zonas cálidas del planeta y solo observan dos estaciones: la época lluviosa y la seca.

Las zonas templadas están ubicadas entre las regiones de 23.5° a los 66.5°, que se encuentran al norte y al sur; las regiones templadas del hemisferio norte están ubicadas entre el trópico de Cáncer y el círculo polar Ártico y las regiones del hemisferio sur, entre el trópico de Capricornio y el círculo polar Antártico. En estas zonas predomina el clima templado (ni muy caliente ni muy frío) y se observan las cuatro estaciones (primavera, invierno, verano y otoño).

Las zonas polares, ubicadas en los polos norte y sur, son las regiones extremas y las más frías del planeta; estas presentan dos estaciones: verano e invierno.

Pero, aparte de la rotación y la traslación, la Tierra presenta otros movimientos, por ejemplo: la precesión y nutación.

La precesión es el cambio del eje de rotación de la Tierra alrededor de la eclíptica, que es una línea imaginaria vista desde la Tierra por donde se aprecia el movimiento aparente del Sol, formando una especie de cono; esto es debido a que el eje de la Tierra no es recto, sino que se encuentra inclinado, por lo que el extremo del eje va haciendo un círculo.

La nutación es una oscilación o un balanceo en el eje de rotación de la Tierra, lo cual se debe a las fuerzas externas de atracción gravitatoria entre la Luna y el Sol con la Tierra. 



Las estaciones 



La Tierra se divide en dos partes iguales, por una línea imaginaria llamada ecuador: la parte norte, conocida como hemisferio norte, boreal o septentrional y la parte sur, conocida como hemisferio sur, austral o meridional. El Salvador se encuentra ubicado en el hemisferio norte o boreal.

Si la Tierra no estuviera inclinada, el Sol se hallaría todo el año sobre el ecuador y, por lo consiguiente, no habría estaciones; otra peculiaridad sería que las noches y los días durarían el mismo tiempo, es decir, 12 horas la noche y 12 horas el día.

Otro factor que influye en las estaciones y el clima es la órbita de la Tierra. Durante su recorrido alrededor del Sol, nuestro planeta pasa por cuatro puntos: a dos de ellos se les llama solsticios y a los otros dos, equinoccios. 



La influencia de las estaciones sobre los seres vivos

Los climas cambian en el planeta según el hemisferio y la estación que estén pasando; pueden ser períodos secos y lluviosos o estar en primavera o en otoño. Durante estos cambios, los organismos se adaptan al clima; es así como observamos diferencias entre la flora y la fauna dependiendo del lugar en que se encuentre el ser vivo.

A partir del estudio de las adaptaciones de los seres vivos a los diferentes climas, se concluye que:

La adaptación de las plantas. En los lugares húmedos las hojas son grandes y delgadas y en los secos son pequeñas; en los desiertos las hojas se reducen a espinas y en las regiones con bajas temperaturas son caducas (hojas que caen todos los años). En las regiones tropicales también hay hojas caducas, pero la diferencia radica que las pierden debido a la falta de lluvia; en cambio, los árboles que pierden sus hojas en invierno lo hacen porque dejan de obtener oxígeno por sus hojas y lo hacen por las lenticelas, que son unos poros ubicados en el tronco y las ramas.

La temperatura. Esto hace que algunos animales posean una capa de grasa y mucho pelaje en zonas muy frías, lo cual les permite mantener su temperatura corporal; en cambio, otros animales aumentan el pelaje en invierno y lo reducen en verano.

En los desiertos, algunos animales poseen epidermis más gruesa e impermeable o poseen orejas grandes para refrigerarse. Los camellos tienen tres párpados para proteger sus ojos de las tormentas de arena y almacenan agua en sus jorobas para sobrevivir mucho tiempo sin beberla. Algunos animales de nuestra región se adaptan a las altas temperaturas, tal como el asno y el coyote mexicano, los conejos, los cocodrilos, los anfibios y los alacranes; algunos cavan madrigueras o se entierran para refrescarse.

Tarea.

Responde en tu cuaderno

1. La energía que disponemos en el planeta es gracias a?

2. Aparte de la rotación y la traslación, la Tierra presenta otros movimientos, mencione cuales son?

3. Tienen tres párpados para proteger sus ojos de las tormentas de arena y almacenan agua en sus jorobas?

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